Kobetasonic, Sábado 20 de Julio 2009.

Mötley Crüe se acercaban a españa por primera vez en 4 años y segunda en la historia, y no era cuestión de perdérselo, así que allí nos plantamos.
A eso de las 3 de la tarde cogí el autobús que subía desde el entorno de San Mamés hasta el monte Kobeta, donde se celebra el festival.
Retiré mi entrada y entré en el recinto. A esa hora, estaba tocando Lauren Harris. Lauren es hija de Steve Harris, de Iron Maiden, y además, está de buen ver. Motivos que puede que le abran algunas puertas, pero hacen que afloren los prejuicios, que si consigue tocar en festivales y grabar discos es por eso y no por sus méritos propios. Además, siendo hija de quien es y habiendo girado con el grupo de su padre en el pasado, me esperaba encontrarme con algo de estilo Heavy clásico o épico. Nada más lejos de la realidad. Lauren hace un Hard Rock de lo más divertido, se desenvuelve en el escenario como si estuviese en su casa y sus compañeros de grupo también saben cómo entretener a la audiencia. Necesitan algunos Hits, pero fueron una grata sorpresa.
Tras Lauren, salieron God Forbid al escenario principal. No hacen un estilo que me llame mucho la atención, pero supieron ganarse al público que había a esa hora y dieron un concierto bastante entretenido.
No me quedé hasta el final, los siguientes eran Buckcherry, el motivo por el que subí tan temprano.
Los Angelinos empezaron un poco flojos en el primer tema, fue una especie de calentamiento. Pero a partir de ahí cogieron el tono y dieron un gran concierto. Destacaton Josh Todd, gran vocalista y front-man, que se entregó con ganas y el guitarra rítmico, con aspecto de chuloputas filipino, que no paró quieto ni un segundo y se metió a todo el mundo en el bolsillo. Su concierto se basó en temas de los dos últimos discos (el platino en USA «15» y el reciente «Black Butterfly»), de la primera etapa del grupo sólo sonó su primer Hit «Lit Up» (gran momento, con todo el mundo coreando eso de «I Love The Cocaine») y el «Time Bomb» fue obviado por completo, una lástima ya que tiene grandes canciones. Acabaron la fiesta con su mega-hit «Crazy Bitch» y dejaron una sonrisa en todos los que estuvieron su show vespertino.
En el escenario principal seguín DRagonforce. No me gusta mucho su estilo, así que no presté demasiada atención. En cualquier caso, parece que causaron buena impresión entre sus seguidores. Lo que más me llamó la atención fue un guitarrista saltimbamqui realemtne divertido.
Papa Roach, de vuelta al segundo escenario, son en 2009 una banda muy diferente a la que ví hace ya ocho años en un Paredes de Coura. Han abandonado el cutre Nu-Metal para hacer algo más melódico. Me parecen unos posers, pero sonaron bastante bien, se metieron a su audiencia en el bolsillo y la impresión general fue que hicieron un gran concierto.
Con Anthrax las cosas se pusieron serias otra vez. Sin ser un seguidor acérrimo, sólo casual, del Trash Metal, Anthrax siempre han sido mi banda preferida del estilo. Estrenaban nuevo vocalista y a mí me pareció aceptable, no sé que les parecería a los fans de toda la vida. «Anselmo de segunda» he leído en algún sitio. Es cierto que me recordó a Phil en algunas cosas, pero yo le doy el aprobado. El concierto, por lo demás, muy entretenido y con sonido bien potente. Mucho mejores que los que ví de Slayer hace un par de años… para mí, que es que Anthrax ya me parecen más interesantes de por sí.
Al final «Thin Lizzy» se cayeron del festival y fueron sustituídos por otros Lizzy, Lizzy Borden. Ése grupo que parecían unos Megadeth jugando a Alice Cooper en el famoso documental «The Decline Of Western Civilization Pt. II: The Metal Years». Un Heavy Metal teatral entretenido para pasar el rato. SAcaron un repertorio de máscaras, capas, hachas, disfraces, maquillaje, sangre y sobre todo, una bailarina espectacular que supongo que habrá hecho méritos en camerinos para ganarse un ascenso a bailarina de Mötley Crüe (Es coña… aunque si Vince le puso el ojo encima seguro que no escapó).

In Flames fueron el momento de avituallamiento y sólo ví el final, mientras me adentraba para coger sitio en las primeras filas y de Dream Theater, que no me gustan nada, sólo puedo decir que, por suerte, desde el escenario 1 no se oía nada de lo que sonaba en el 2, y hablando con la gente en las primeras filas, se me hizo llevadera la espera para los Crüe.

Y bien, por fin, llegamos al motivo del viaje a Bilbao. Mötley Fucking Crüe.

Suena «Hells Bells» por la megafonía (durante el resto de la tarde lo había hecho el «Live Bootleg» de Aerosmith, ¿Quiere esto decir algo?¿Estarán por aquí el año que viene?). Se apagan las luces. El telón permanece levantado y tapando el escenario. Un «Speech» sirve de introducción y con un famoso rugido guitarrero comienza el espectáculo. «Kickstart My Heart», el tema perfecto de «Stadium Rock» festivo. La fiesta ha comenzado. El montaje es bastante austero comparado con el circo salvaje de su visita anterior. Un telón de luces que van imitando las imágenes de las pantallas laterales domina el fondo y, delante, entre la banda y el telón, unas letras desordenadas y colocadas al revés, de cualquier manera, que dicen «LOS ANGELES» .

El resto lo hace la propia banda. Principalmente Vince. El rubiales es el amo del escenario, canta a su mejor nivel, se mueve de un lado a otro, se mete a la audiencia en el bolsillo, bromea con Nikki, etc… Una de las anécdotas del festival fue alguien le tiró una camiseta con el mensaje «KILL AXL ROSE», cuando lo leyó se rió y se lo enseño a Nikki. En definitiva, fue la gran estrella del festival.

Mick apenas puede moverse, sólo camina hacia el frente del escenario de vez en cuando, pero toca como los diablos. Me impresiona la evolución musical de este hombrecillo cadavérico y misterioso. Dota a los viejos temas de nuevos detalles, más sucios y más técnicos a la vez. Impresionante.

Tommy es el batería más espectacular de todos los tiempos, y además tiene sus momentos de gloria, cuando el resto de la banda abandona el escenario y se mete entre los asistentes a repartir bebida. A alguna gente este tipo de cosas le irritan, pero claro, será que les pilla lejos. Los que estábamos cerca de la vaya nos lo pasamos teta esos momentos. Y no, pese a la palabra que he empleado, esta vez no hubo Tit-Cam. La cosa no tuvo mucho éxito en el pasado tour, así que es lógico que haya desaparecido.

Por último, Nikki Sixx, genio y cerebro de la banda (bueno, lo justo es decir que él ES Mötley Crüe) sin embargo no tuvo un día inspirado. No estoy diciendo que tocase mal, nada más lejos de la realidad, cuando además, sus partes no son demasiado complejas en general. Tampoco estuvo huraño ni nada parecido. Simplemente estaba allí arriba, cumpliendo y pasándoselo bien tocando con sus colegas, especialmente ocn Vince. Dirigió los típicos gestos amistosos al público, sonrisas, eso de llevarse la mano al pecho, repartió púas etc… Pero no parecía estar dándolo todo al 100% completamente concentrado el volarnos la cabeza, simplemente hizo su trabajo de forma profesional, con bonitos gestos a la audiencia y una sonrisa en la boca.

El Set-List se hizo un poco corto, sólo 14 temas, hora y media, pero no sobró nada. Los 14 temas que cualquiera metería en un grandes éxitos. El set List fua aproximadamente el siguiente (igual me equivoco ce orden o me dejo alguna): «Kiskstart My Heart», «Wildside», «Shout at The Devil», «The Saints of Los Angeles», «Mick Mars Solo /VooDoo Chile», «Live Wire», «MotherFucker of the Year», «Don’t Go Away Mad», «Primal Scream», «Same Old Situation», «Looks That Kill», «Girls, Girls, Girls»,  «Dr. Feelgood»  y para acabar, el bis con «Home Sweet Home», con Tommy tocando el piano y el resto del grupo alrededor suyo haciendo la primera estrofa. A mitad del tema Tommy vuelve a la batería y lo acaban con todo el equipo. Y por fin las despedidas, y ahí Tommy arrojó su cerveza sobre el piano, y uno de los trozos salieron volando y un chaval tuvo que pararlo con la mano ante el riesgo de quedarse sin ojo.
Después aún tocaban «HateBreed» en el escenario secundario, pero a la mayoría nos importaba poco, nos dedicamos a beber, comentar las jugadas, ver el escaso merchandising, conocer gente y disfrutar de la noche.
Ojalá que repitan, auqnue sea por separado, tanto Mötely Crüe como el Kobetasonic para el año que viene.